La obtención del grado académico a partir de la defensa de proyectos de investigación científica en salud es un proceso clave para la formación de profesionales altamente capacitados en el ámbito biomédico y clínico. Este ejercicio académico no solo valida el conocimiento teórico y metodológico del investigador, sino que también demuestra su capacidad para generar, analizar y aplicar información científica en la solución de problemas de salud.
La defensa de un proyecto de investigación exige rigor, pensamiento crítico y habilidades de comunicación, lo que fortalece la capacidad del egresado para contribuir con evidencia sólida al avance de la medicina y las ciencias de la salud. Además, garantiza que los nuevos especialistas sean capaces de desarrollar investigaciones originales, aplicables y con impacto en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Desde una perspectiva institucional y social, este proceso eleva el nivel académico de las universidades y centros de investigación, promoviendo la excelencia científica y la innovación en salud. Asimismo, permite la formación de líderes en el ámbito médico y biomédico, quienes, con una base sólida en investigación, podrán influir en políticas de salud pública y mejorar la calidad de vida de la población.